viernes, 10 de mayo de 2013

San Damián de Molokai


El Padre Damián es el patrón espiritual de los leprosos, marginados, incluyendo a los enfermos de S.I.D.A, y del Estado de Hawái. El día del Padre Damián es celebrado cada año el 15 de abril en Hawái. El día de fiesta en conmemoración del Padre Damián en la Iglesia Católica se realiza el día 10 de mayo. Fue beatificado en 1995 y canonizado el 11 de octubre de 2009.

BIOGRAFÍA

El Padre Damián nación el 3 de enero de 1840, en Tremeloo, Bélgica, hijo de una pareja de granjeros.  Entró en el noviciado de la Congregación de los Sagrados Corazones (también conocida como Picpus, por el nombre de la calle de París donde se inició). Siguiendo los pasos de su hermano Augusto, quien adoptó en la congregación el nombre de Pánfilo, José comenzó su noviciado en Lovaina con el nombre de Damián el 2 de febrero de 1859. En 1863, su hermano Augusto, quien había sido destinado a la misión en las islas Hawái, fue afectado por el tifus lo que le imposibilitó viajar. Damián obtuvo el permiso del Superior General de París para reemplazarlo. En noviembre de 1863, Damián partió desde Bremen (Alemania) en el buque con destino al archipiélago de Hawái en el Océano Pacífico.

MISIONERO EN HAWÁI

El 19 de marzo de 1864 llegó al puerto de Honolulu, allí, Damián fue ordenado sacerdote el 24 de marzo de 1864 en la Catedral de Nuestra Señora de la Paz, una iglesia establecida por su Orden Religiosa. Trabajó en varias parroquias en la isla de Oʻahu en el tiempo en que el reino sufría una crisis de salud.

Los nativos hawaianos se vieron afectados por las enfermedades que inadvertidamente trajeron los  mercantes y colonos. Miles murieron por la gripe y la sífilis, y por otras enfermedades que nunca antes habían afectado a los hawaianos. Esto incluyó la plaga de la lepra que se desato entre los nativos, probablemente esparcida por los braceros chinos que trabajaban en la haciendas de caña de azúcar. 

Temeroso de que se esparciera la plaga, el rey Kamehameha IV segregó a los leprosos del reino desterrándolos y confinándolos a la fuerza a una colonia establecida para ellos en el Norte, en la isla de Molokai. La “Royal Board of Health” los proveyó con suministros y comida, pero no tenían todavía los medios apropiados para ayudar médicamente.

En 1865 el Padre Damián fue asignado a la Misión Católica en el Norte de Kohala en la misma isla de Hawái. Mientras que monseñor Louis Maigret, vicario apostólico, creía que los leprosos necesitaban por lo menos un sacerdote que pudiera cubrir sus necesidades religiosas y proveerlos con los Santos Sacramentos, él sabía que tal asignación podía ser potencialmente una sentencia de muerte. Después de pensarlo durante un tiempo, el Padre Damián solicitó a Monseñor Maigret permiso para ir a Molokai.

COLONIA DE LA MUERTE

A comienzos de 1866, fueron embarcadas las primeras víctimas de lepra a Kaulapapa, donde residieron durante siete años antes del arribo del Padre Damián, el 10 de mayo de 1873. Elmédicos voluntarios,  Maigret presentó a Damián a los colonos como "uno que será un padre para ustedes, y que los ama de tal manera que no tiene vacilaciones en volverse uno de ustedes; vivir y morir con ustedes". El lugar estaba rodeado de montañas. Había seiscientos leprosos viviendo en Kaulapapa. La primera misión que se impuso Damián fue construir una iglesia y establecer una parroquia de Santa Filomena.

Sociólogos argumentaron ante la Curia Romana, en el procedimiento para la santidad, que el Padre Damián fue enviado a una “colonia de la muerte” donde la gente se veía forzada a pelear unos contra otros para lograr sobrevivir. El rey Kamehameha IV no planeó que el lugar se convirtiera en esta “colonia de la muerte, pero su gobierno fue negligente en proveer recursos y apoyo médico, ayudando así a crear el caos en el lugar. 

La llegada del Padre Damián se ve como un punto de inflexión para la comunidad, bajo su liderazgo, las leyes básicas de convivencia se restablecieron, se construyeron casas, se creo una granja y creo un Colegio y reconstruyo una destartalada casucha y la convirtió en una Iglesia, creo un coro, pero sobre todo le llevo amor y esperanza a quienes la habían perdido.

REAL ORDEN DE KALĀKAUA

El rey David Kalākaua de Hawái invistió a Damián con el honor de Caballero Comandante de la Real Orden de Kalākaua (Knight Commander of the Royal Order of Kalākaua). Cuando la princesa Lydia Liliʻuokalani visitó el establecimiento para entregar la medalla, las crónicas reflejan que se conmovió de tal manera, y sintió como si se le rompiera el corazón por lo que le resultó imposible leer su discurso. La princesa compartió esta experiencia con el mundo aclamando los esfuerzos del Padre Damián.

Consecuentemente, el nombre del Padre Damián y su trabajo fueron conocidos en los Estados Unidos y en Europa. Protestantes americanos juntaron una gran suma de dinero para la misión. La Iglesia Anglicana de Inglaterra envió comida, medicina, ropas y suministros. Se cree que el Padre Damián nunca usó la medalla que le otorgaron.

MUERTE

En diciembre de 1884 Damián se dirigió a su ritual matutino de introducir sus pies en agua hirviendo ya que él no podía sentir el calor: se había contagiado con la lepra. A pesar del descubrimiento, los residentes señalan que el Padre trabajó incansable construyendo cuantas casas pudo y planificó la continuación del programa que había creado para cuando él se hubiera ido. Su muerte llegó 5 años después, en 1889 con 49 años de edad .

REPERCUSIONES

Louis Stevenson

El escritor escocés Robert Louis Stevenson publicó una carta abierta en Sídney, Australia, el 25 de febrero de 1890, contra el reverendo Dr. C. M. Hyde, de Honolulú, en Hawái, a raíz de la opinión sustentada por el religioso presbiteriano, quien lanzó poco después de la muerte del Padre Damián opiniones desacreditadoras contra el misionero belga.  Esta Carta abierta, que recorrió el mundo, sentó las bases de su fama internacional en el mundo angloparlante.

Mahatma Gandhi

Mahatma Gandhi ofreció su propia defensa a la obra y el trabajo del Padre Damián. Gandhi declaró que Damián había sido una inspiración para sus campañas sociales en la India, logrando la libertad de su pueblo y asegurando la ayuda para con los necesitados. Gandhi escribió, "El mundo politizado y amarillista puede tener muy pocos héroes que se puedan comparar con el Padre Damián de Molokai. Es importante que se investigue por las fuentes de tal heroísmo".

CANONIZACIÓN

Refiriéndose al santo apóstol de los leprosos el Papa ha recordado, en flamenco, a este servidor de la Palabra y misionero que culminó su apostolado en la caridad, en la isla hawaiana de Molokai. Luego, en francés, ha señalado que esta canonización coincide con el 20 aniversario de otro santo belga, el hermano Mutien-Marie, por lo que la Iglesia en Bélgica se une nuevamente en acción de gracias a Dios:

«...Siguiendo a san Pablo, san Damián nos impulsa a elegir las buenas batallas (cf 1 Tim 1,18). No aquellas que llevan a la división, sino las que unen. Nos invita a abrir los ojos sobre las lepras que, aún hoy, desfiguran la humanidad de nuestros hermanos y que apelan más que a nuestra generosidad, a la caridad de nuestra presencia de servicio...»

Homilía de Benedicto XVI el día de su canonización.

Fuente: Bigrafía de San Damián de Molokai.


Fuente: Carta abierta al Reverendo Dr. Hyde en Honolulu.

Fuente: Wikipedia.




El Padre Damián fue en Siglo XIX el equivalente a la Madre Teresa de Calcuta en el Siglo XX, su mayores mecenas eran la Reina Victoria y el Príncipe de Gales, ambos protestante, la Reina además es la cabeza de la Iglesia Anglicana;  también contó con el apoyo irrestricto de la princesa Lydia Liliʻuokalani, protestante presbiteriana.


Hago referencia a esto, porque la envidia y mezquindad y difamación a la que estuvo sometido tanto por el ecónomo de la Curia, como por los pastores presbiterianos en Honolulu fue inclemente, temerosos que le pudiera arrebatar su feligresía. En esa época existía la teoría que la lepra era la fase final de la sífilis y que en consecuencia, sí había contraído lepra era por haber mantenido relaciones sexuales; hoy se sabe que se tratan de dos enfermedades distintas, producidas por dos bacterias sin ninguna relación entre si.

Monseñor Louis Maigret (vicario apostólico) que lo autorizo a ir a Molokai, siempre considero un santo al Padre Damián, era tanto su admiración que iba dos veces al años a confesar al Padre Damián desde un barco a solicitud él. El segundo vicario apostólico que sustituyo a monseñor Louis Maigret, fue mas austero y distante en el trato, probablemente a causa de las intrigas del ecónomo de la Curia.


La fama del Padre Damian, trascendió cuando hizo publicas sus denuncias e indignación, por el crimen que cometió el Capitán del buque encargado de trasladar a los enfermos a Molokai, porque en medio de una tormenta los arrojo por la borda al mar al frente de la playa y se ahogaron ciento dieciocho (118) desdichados, entre mujeres, hombre, viejos, jóvenes y niños, los ministros del Rey David Kalākaua de Hawái, quedaron expuesto a la opinión publica internacional y muy en especial fue una vergüenza para los pastores presbiterianos, que eran sus consejeros.

Luego de tan lamentable incidente empezó un mecenazgo directo de parte del Rey David Kalākaua de Hawái, de la Reina Victoria y del Príncipe de Gales, del Rey de Bélgica, pero la ayuda más importante vino de los norteamericanos en general, que vivían en el continente y pertenecían a todas las confesiones religiosas, sin distingo alguno, ese fue su mayor merito y legado aglutinar a los hombres de buena voluntad, sin distingo de religiones.




«Hasta este momento me siento feliz y contento, y si me dieran a escoger la posibilidad de salir de aquí curado, respondería sin dudarlo: “Me quedo para toda la vida con mis leprosos.» (Padre Damián)





«Ningún sacrificio es demasiado grande si se hace por Cristo.» (Padre Damián)






Iglesia de San Francisco en la colonia de leprosos de Kalaupapa, Hawai, donde más de 8.000 pacientes de lepra fueron confinados desde su apertura en el año de 1866, en la imagen está el Padre Damián de Molokai, acompañado de un ganadero protestante, su mejor amigo y aliado en la conversión de la «Colonia de la Muerte» en un leprosario que pudiera prestar ayuda médica y espiritualmente a los enfermos de tan terrible mal.

La mezquindad en negarle recursos al Padre Damián en Molokai, permitió paradójicamente que se instalará un leprosario en Honolulu, con los aportes de mecenas todas partes del mundo anglosajón y francoparlante, bajo la organización de las hermanas de la congregación del Padre Damián a las que no se le permitía ir a Molokai cómo enfermeras, también se les unió un equipo médico de voluntarios de distintas religiones y países que llego a ser un momento dado a ser una referencia mundial en materia de sanitaria.

El Padre Damian quien fue tratado en dos oportunidades en el leprosario de Honolulu, se maravillaba que tanta rivalidad pudiera haber causar tanto bien a los hawaianos, porque las normas destierro y confinamiento se suavizaron y se podían tratar la enfermedad en la isla principal; de nada sirvieron las suplicas del ultimo Obispo de la Curia, para que el Padre Damian, quien estaba muy enfermo se quedará en Honolulu y no regresara a Molokai. Ante su determinación el entonces Arzobispo autorizo no solo a la monjas misioneras a trasladarse a Molokai, sino que libero todos los recursos retenidos para la fecha y se dotara al leprosorio de la «Colonia de la Muerte» de todo lo necesario para los enfermos y en el pudieran trabajará todos los voluntarios que pudieran ser útil a tan noble labor, sin importar su credo.

El Padre Damian, no llego a sobrevivir un años después de su regreso a Molokai, pero murió con la satisfacción que su obrar quedó en buenas manos, que su obra continuaría y existiera alguna esperanza para las victimas de ese flagelo, dejando de ser Molokai,  la despiadada «Colonia de la Muerte».


Termino mencionando al Padre Panfilo, hermano de sangre y espiritual del Padre Damian, que con una gran devoción fraternal desde su natal Belgica, mandaba cartas a los diarios mas importantes de la época contando la dificultades de su hermano para construir el leprosario de Molokaia, lo que permitió el mecenazgo reyes, mandatarios y todo tipo de gente en Europa, sin importar su religión o condición social. Lo más importarte es que esto a su vez motivó a los ciudadanos norteamericanos, quienes respondieron con la gran generosidad que los caracterizado siempre, haciendo llegar grandes cantidades de recursos para los leprosos y hawaiano es general.

Como ignosticista, este es mi pequeño tributo a un hombre de buena voluntad de finales del Siglo XIX, poco conocido hoy día, un digno ejemplo de desprendimiento y humanidad, su santidad estriba que vivió practicando con su ejemplo su predica.