A finales de este año que termina, fui involuntariamente a
visitar a Caronte el barquero del Hades, pero como no tenía un óbolo para
pagar el viaje por la laguna Estigia, me obligo como funcionario de emigración
a regresar del inframundo, por cuanto no tenía para pagar el impuesto, ni pude comprobar mis reservaciones de alojamiento. Que fastidio
con el eterno control de cambio, no me queda otra que tomarme la vida más en
serio y la muerte más a broma.